Así mis 21km
Recientemente me invitaron a participar en un medio maratón. No voy a mentir: no entrené tanto como debí en los meses previos, tal cual lo indica Barney Stinson. Logré terminarlo… con más orgullo que oxígeno.
Considero que cumplir los 21K es algo que toda persona en sus treintas debería intentar al menos una vez en la vida. No tanto por la medalla o el platanito que te dan al terminar de correr, sino por lo que representa: una prueba real de cómo anda tu cuerpo, tu mente y tu fuerza de voluntad.
Y si al intentarlo te das cuenta que no puedes terminar una carrera así, tómatelo como una alerta de salud.
Así fue correr un medio maratón:
- Entiendo a los corredores, pero ¿wtf con la gente que se levanta temprano para ir a la porra?
¿No los quieren en su casa? - Lo difícil no es correr, lo difícil es ir esquivando a los que caminan
Mejor no te inscribas - Esa pregunta existencial en el km 16: «¿Quién me obligó a inscribirme?»
Spoiler: yo mismo. - Ver el letrero “¡Ya casi llegas!” desde el km 13.
¿Qué concepto de “casi” manejan? - Aparece dolor en lugares donde no sabias que tenías.
Ah caray… - No se puede describir la sensación cuando te rebasa alguien disfrazado.
o un niñito en su triciclo. - Se sabe que mi ritmo es muy malo pero ya vieron mis Tenis?
están muy bonitos. - Rompí record.
fui el primero que lloró
Inscríbete, entrenar es opcional